Guía rápida: Cómo colocar tarima flotante en pocos pasos
Antes de empezar, es importante destacar que la tarima flotante es un tipo de suelo que se coloca sobre una superficie existente, como por ejemplo un suelo de baldosas o de cemento. Se trata de un material muy versátil y resistente, que imita la apariencia de la madera y puede ser utilizado en cualquier estancia de la casa. Ahora sí, ¡empecemos con el proceso de instalación!
1. Preparación del suelo:
Antes de colocar la tarima flotante, es necesario asegurarse de que el suelo esté en buenas condiciones. Si se trata de un suelo de baldosas, es importante que estén bien niveladas y no presenten grietas o desniveles. En caso de que el suelo sea de cemento, es necesario que esté limpio y seco. En ambos casos, es recomendable utilizar una lámina aislante para proteger el suelo y mejorar la acústica.
2. Colocación de la primera fila:
Para empezar, se debe colocar la primera fila de tarima flotante en la pared más larga de la habitación. Es importante dejar un espacio de dilatación de al menos 1 cm entre la tarima y la pared, para permitir que el suelo se expanda con los cambios de temperatura. Para asegurarse de que la primera fila quede recta, se puede utilizar una cuerda guía.
3. Instalación de las siguientes filas:
Una vez colocada la primera fila, se continúa con el proceso de instalación de las siguientes. Se debe encajar la lengüeta de una tabla en la ranura de la otra y presionar hasta que queden bien unidas. Es importante utilizar un martillo y un bloque de madera para asegurar que las tablas queden bien ajustadas y no queden huecos.
4. Cortar las tablas:
En algunas ocasiones, será necesario cortar las tablas para adaptarlas al espacio disponible. Para ello, se puede utilizar una sierra de calar o una ingletadora. Es importante medir con precisión y asegurarse de que el corte sea recto para que las tablas encajen correctamente.
5. Colocación de los zócalos:
Una vez instalada la tarima flotante, es el momento de colocar los zócalos. Estos se colocan en la parte inferior de las paredes para cubrir el espacio de dilatación y dar un acabado más estético. Se pueden fijar con clavos o pegamento.
6. Mantenimiento de la tarima flotante:
Para mantener la tarima flotante en buen estado, es importante seguir algunas recomendaciones. Se debe evitar el uso de productos abrasivos para limpiarla y utilizar una fregona humedecida en agua y jabón neutro. También es importante evitar el contacto con objetos punzantes y protegerla de la luz solar directa para evitar que se decolore.
¡Y listo! Siguiendo estos sencillos pasos, podrás disfrutar de un suelo de tarima flotante en tu hogar. Ahora, veamos cuáles son las ventajas de este tipo de material.
– Resistencia: La tarima flotante es muy resistente al desgaste, a los arañazos y a la humedad, lo que la convierte en una excelente opción para zonas de mucho tránsito o para hogares con mascotas.
– Fácil instalación: Como hemos visto, la colocación de la tarima flotante es un proceso sencillo que puede ser realizado por cualquier persona sin necesidad de tener conocimientos previos en construcción.
– Variedad de diseños: La tarima flotante está disponible en una amplia gama de diseños y acabados, lo que permite adaptarla a cualquier estilo de decoración.
– Buena relación calidad-precio: La tarima flotante es un material económico en comparación con otros tipos de suelo, pero sin sacrificar calidad ni durabilidad.
En conclusión, la tarima flotante es una excelente opción para renovar tu suelo y darle un toque de calidez a tu hogar. Esperamos que este artículo te haya sido de utilidad y si tienes cualquier duda o comentario, no dudes en dejarlo en la sección de abajo. ¡Nos encantaría saber tu opinión! Y recuerda, en Reformas Zar estamos siempre dispuestos a ayudarte en tus proyectos de construcción y reformas. ¡Hasta la próxima!